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El miércoles será la segunda parada del tranvía llamado fútbol. Esta vez en la Final de la Copa del Rey. Luego el 27 de abril y el 3 de mayo, volveremos a soñar cuando en semifinales de Champions vuelvan a chocar. El partido Un primer tiempo de estudio. Ajedrez en vez de fútbol. Eran pinceladas frías de lo que se vendría. Mourinho salió con un trivote defensivo que dio sus frutos. Hizo olvidar la manito del 5-0. Ese era su objetivo. Cirujano del banquillo. Guardiola no pudo romper ese maleficio. Xavi, Iniesta y Messi no podían con la muralla portuguesa. Más trámites que becas. Más sonrisas que lágrimas. Panamá pendiente del partido. El mundo de suspiro. Segundo tiempo Los goles llegaron de 12 pases. Caminantes lejanos de otrora regla viva. El árbitro decide: penales… penales. Así fue al minuto 58 Lionel Messi empalmó el balón a la red. Tras una falta grave de Albiol sobre Villa. El defensa blanco vio la roja, el Barcelona la gloria. Allí el equipo catalán parecía llevarse la victoria. Se dieron ataques de ambas partes. El Barcelona pegó primero. Pero al 82 otro penal, esta vez Cristiano Ronaldo le pegó como lo que es, un crack, fulminó a Valdés y desató la locura blanca. La falta fue sobre Marcelo… Alegría en casa. Tras el empate se atrevieron ambos. Se respetaron, sin exceso, pero dejaron puertas abiertas… a sabiendas que esto apenas inicia. Que la fiesta está en la nevera y que la pasión en las aureolas. ¿Queda alguna duda? El miércoles no se lo pierda. |
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